NUESTRO ESCUDO






    Sobre una cruz, coronada por las tres palabras que definen nuestro carisma, Amor, Misericordia y Compasión, un corazón, que representa el amor entregado por Cristo en la cruz. San Agustín, en sus escritos habla de la oración como camino para llegar a Dios, y a este camino le llama amor. Por eso, afirma que “a Dios no vamos caminando, sino amando”. (Ep 155, 4, 13)

La correa de cuero, signo profético que nos lleva a san Juan Bautista, el profeta y precursor  y también modelo de servicio. Juan lo es para todos los mensajeros del Evangelio enviados por el mundo. Él es «testigo de la luz», alguien  que prepara el terreno para la llegada del Maestro.

Las sandalias a los pies de la cruz, signo de nuestro servicio por el Reino de Dios, significan ponernos en camino en nuestra misión de ayudar a encontrar a Cristo, sintiéndonos llamados por el mismo Cristo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario