martes, 5 de diciembre de 2017

II ÉLEOS: ADVIENTO, EL SONIDO DEL ALMA

El pasado día 2 celebramos nuestro II Éleos. 

Éleos son Encuentros de oración-reflexión comunitario y de revisión de vida en los que crecemos individual y comunitariamente. Éleos es la palabra por la que se traduce Misericordia en la Escritura. Una de las palabras bíblicas más bellas, ya que la misericordia, en sentido bíblico es mucho más que un aspecto del amor de Dios. La misericordia, Éleos, es como el ser mismo de Dios, el afecto de una madre o un padre hacia su hijo y también el amor fraterno intenso. Y eso es lo que pretendemos vivir en estos Encuentros, el amor fraterno intenso en la oración y en la convivencia.

En esta ocasión, coincidiendo con el comienzo del Adviento, quisimos reunirnos para preparar este tiempo litúrgico tan especial. 

La Diócesis nos había convocado ese mismo día al retiro impartido por el Grupo Ixcís para Seglares y Nuevas Comunidades. Por ello nos pareció oportuno unirnos a este retiro y así lo hicimos. De Ixcís vinieron Fermín y María José. Ellos evangelizan a través de la palabra y la música. Así  nos sacaron a todos "sonidos del alma". 

Fermín nos animó a ser pequeños, a que Dios no pasara de largo en nuestras vidas porque Él quiere acariciarnos. Solo debemos dejarnos hacer. Si Dios "hace" en nosotros, se nos ocurrirán mil maneras de llegar a los demás. No debemos dejar que nuestras Comunidades sean frías. Y dio gracias por tantas Comunidades presentes en el retiro ya que, una Iglesia monocolor, no es Iglesia. También nos animó a ser oración, contemplativos en la acción y que seamos también Adviento, buscando siempre la unidad, siendo uno en Él, reenamorándonos de Dios. 

Al acabar, los miembros de Comunidad que asistimos fuimos a comer a la Casa Comunitaria, pasando una sobremesa interesante. Más tarde prolongamos nuestro retiro comunitario con reflexión personal que, al acabar, pusimos en común.

Al ser Adviento la reflexión comunitaria de lo vivido y orado comenzó con una invitación a vivir lo pequeño en fidelidad y así renovarnos espiritual y eclesialmente haciendo el mensaje nuevo. La guía es la Palabra y así, vivirla en autenticidad, con misericordia. 

También se destacó que el silencio es importante en nuestras vidas, así nos llenaremos de Espíritu. Siendo familia, orando juntos, dejando que Dios nos transforme en profundidad. Para ello debemos parar, escuchar y mirar. Aunque es un trabajo personal, la Comunidad favorece el trato con Dios, nos muestra el Rostro de Dios. Acabamos con una invitación a la generosidad en la entrega con alegría, con corazón, compartiendo.

Al finalizar la reflexión comunitaria rezamos las I Vísperas del I domingo de Adviento encendiendo la primera vela de la Corona y entregando la misión de Adviento a cada uno.

Una vez más nos hemos sentido familia, hemos vivido a Dios en Comunidad. No podemos expresar todo lo experimentado, pero os dejamos algo de lo vivido en estas fotos.



















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