Del 23 al 26 de agosto hemos vivido y disfrutado del II Campamento Concordis. El párroco de El Portil, José Manuel Gálvez nos presta amablemente las instalaciones parroquiales y todo lo que necesitemos para ofrecer a nuestros niños y jóvenes unos días para convivir, divertirnos y compartir.
Llegamos la tarde del día 23 y nos esperaban los peques y jóvenes de El Portil, que también participaron en el Campamento, junto con su párroco. Nos instalamos y enseguida empezamos a conocer a los chicos nuevos que llegaron. También empezamos el mural que este año dejaría constancia de nuestro paso. También hicimos la bandera del Campamento y coloreamos nuestras acreditaciones. Luego hicimos una guerra de agua con la que pudimos refrescarnos. Después de cenar y compartir juegos, nos fuimos a descansar ya que al día siguiente nos esperaba un gran día.
El gallo Bartolito nos despertó el jueves y, después de desayunar, llegaron los pioneros del Grupo Scout Kim para compartir con nosotros diferentes Talleres. Al acabar era hora de comer y repusimos fuerzas para una tarde de piscina y senderismo.
Este año han colaborado con el Campamento muchos miembros de Comunidad, lo cual nos ha enriquecido mucho. Alberto y María Jesús nos ofrecieron su piscina y allí que nos fuimos y, al acabar y asearnos, Aurora nos guió en una pequeña ruta de senderismo por El Portil. La tarde había sido movida, por ello al llegar de la ruta Macarena nos tenía preparada la cena. Nos pusimos a ello con ganas. Por la noche, compartimos entre nosotros las vivencias del día, pensando ya en el siguiente.
El viernes diferentes miembros de Comunidad nos ofrecieron Talleres. Pepi, de repostería; Aurora, de pergaminos, juegos y pintura; con Inma e Isabel, junto con su hijo Marcos, hicimos unos caballitos de mar que quedaron preciosos y Damián, un Taller de Primeros Auxilios. Mientras, Manolo nos hizo la comida, siendo su contribución del día. Macarena y Marta, el Taller de pintura, en el que plasmamos el logo de este Campamento.
El resultado fue que los peques y los jóvenes disfrutaron lo más grande. Comida y ¡otra tarde de piscina! Esta vez Alberto y María Jesús nos ofrecieron su barbacoa para cenar allí con ellos. Al finalizar la cena Alberto compartió con nosotros sus vivencias sobre Jesús de Nazaret y la luz que nos da al estar con Él y la luz que recibimos al compartirlo.
El sábado fue un día especial (¡otro más!). Acabamos el mural y preparamos la Eucaristía en la que impusimos las insignias de los Grupos Concordis, que, precisamente en ese acto, comenzaban oficialmente. Estos Grupos, formados por jóvenes y niños de la Comunidad, quieren vivir el espíritu comunitario compartiendo, siendo luz y teniendo como amigo a Jesús.
Las familias fueron llegando y nos ayudaron a preparar la comida y recoger las salas donde habíamos estado estos días. Acabamos la comida con una tómbola y una piñata con la que los peques pudieron compartir.
Han sido momentos preciosos, inolvidables, que han podido hacerse realidad gracias a la ayuda de muchas personas para hacer posible el deseo de Jesús: que todos seamos uno.
